martes, 16 de septiembre de 2014

CAPITULO 26



Pedro despertó el domingo en la mañana, cubierto en un sudor helado. Ya sea que él estaba viniéndose abajo con la plaga estaba teniendo un retraimiento por la contaminación y el smog de DC.


O era algo enteramente diferente y eso tenía un nombre.  
Paula.  


Él rodó en su lado, abriendo sus ojos y los entornó a los rayos del sol filtrándose debajo de las persianas. Una mirada al reloj, y supo que no tenía mucho tiempo para tumbarse en la cama. Gonzalo y Lisa podrían estar despidiéndose pronto por su luna de miel en las Bahamas, y Pedro quería despedirse.


También había una agenda oculta.


Pedro quería ver a Pau, y esperaba que él pudiera acapararla antes de irse a la ciudad. Tenían que hablar y con la celebración de la boda fuera, sería el momento perfecto para hacerlo. No hay distracciones.


No hay familia o amigos persistentes alrededor para oír por casualidad la conversación. Ningún camino para ella para escaparse.  


Pateando fuera las sabanas que estaban enrolladas alrededor de sus caderas, se levantó y se estiró. Lo había llevado hasta altas horas de la noche, pero Pedro finalmente se dio cuenta de lo que Pau estaba corriendo. 


Ella había afirmado que solo quería ser su amiga ahora, pero él estaba llamando gilipolleses con eso. Si ese era el caso, no habría estado tan ofendida cuando él le sugirió conectar. Y no podría haber sido su pequeña sombra por los últimos varios años.



No. Estaba mintiendo. Mintiendo para protegerse, y él consiguió eso.


Después de todo, él había hecho nada para mostrar que se sentía de manera diferente a lo que había estado diciendo todos estos años, que no era mejor que su padre. En todo caso, se había demostrado que tenía razón una y otra vez. 


La primera vez que había sido la apertura del club nocturno.  
Parándose bajo el chorro caliente de la ducha, maldijo. 


Recordando como de deliciosa se veía en su negro vestido esa noche, mirándolo con esos amplios e inocentes ojos, y él estaba duro como una roca.


La quería entonces, había estado tan cerca de tomarla allí en el sofá de su oficina. Su hermano no había sido la única cosa que lo había detenido. Pau se merecía algo mejor que eso. Pero cuando él se retiró y volvió a sus sentidos, no podía creer lo que casi había hecho. Y el siguiente día, como un culo total con buenas intenciones. Le pidió disculpa y alegó que había estado borracho.


Después había salido con toda mujer quien no se pareciera nada a Pau, solo para poder sacarla de su cabeza. Había ocultado su deseo de estar cerca de ella como algo fraternal, cuando en realidad lo que podía admitir ahora que era una necesidad de estar con ella.


Colocando sus manos en el azulejo de la ducha, inclinó su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos. En el fondo siempre había sabido lo mucho que se preocupaba por ella, que iba más allá del afecto y en el reino de la gran palabra A, pero él nunca lo aceptó, nunca se atrevió incluso reconocerlo.  


Pero ahora lo hizo, y no había manera de que pudiera dejarla ir.


Se duchó, cambió, y determinado como el infierno, se dirigió a la cabaña principal, no se sorprendió al encontrar a sus hermanos y casi toda la familia Chaves allí.


Gonzalo y Lisa estaban ocupados diciendo adiós mientras se defendían de los inteligentes comentarios de los hermanos de Pedro . Sus ojos escanearon la multitud esperando, buscando el rostro que necesitaba ver más.  


Pero no la encontró.


Dándose vuelta al Sr. Chaves, frunció el ceño. 


—¿Dónde está Pau?  


—Solo la echas de menos —dijo, mirando sobre su hombro mientras Lisa se rió en voz alta. Mitch la había recogido y la estaba dando vueltas a su alrededor. —Ella dijo sus adioses y se fue a la ciudad.


Acido hirvió en su estómago. No había manera de que Pau se hubiera ido sin decirle adiós. De ninguna manera. 


Pero lo había hecho.


Pau se había ido. 

Lo había dejado atrás.  


Oh, infiernos no.

3 comentarios:

  1. Nooooooooooooo, x favorrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!! Tienen que reencontrarse!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Ay! q no se de por vencido! q siga buscándola! Pau se lo merece por todos los años q lo esperó a él!

    ResponderEliminar